sábado, 31 de diciembre de 2011

ha nacido un cisne.

Desperté una mañana de 2011 -no recuerdo ahora si fue agosto, septiembre o quizá octubre- notando un profundo cambio en mí. Una certeza, una seguridad propia y sobre todo ganas de hacer lo prohibido me empujaron a arrinconarte contra mi cama, día sí y noche también.
Los "noes" se repetían continuamente, ahogándote y quebrándose en tu garganta junto a ese erótico ronroneo que brota de tu pecho cada vez que mis labios rozan tu piel. Me dieron alas nuevas, más grandes y más oscuras, para no tener que quedarme con las ganas de tenerte cada vez que me apeteciera. Y cuanto más difícil me lo ponías más me gustaba el juego.




Si hay algo que quiera agradecer al 2011 es la oportunidad que me ha dado para "nacer de nuevo", más fuerte y más valiente, pero más oscura al mismo tiempo. Sigo siendo algo hermoso y delicado, pero en lugar de timidez, la seducción ha ido instalándose en mi sangre y en mi piel, convenciéndome de que eres mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario