domingo, 22 de julio de 2012

oniria.

Y que hoy me encantaría regresar al Olimpo de tu boca, para vivirte a través de los besos inquietos que grabaste a fuego en mi corazón. Si me dieran a elegir un único lugar en el que quedarme toda la vida sería sin duda ese paraíso carnoso y encarnado que gobierna mi piel cada vez que se anima a rozarla. Porque son un barranco frente al mar por el que escurrirse, pero sin lamentaciones. Qué me importa si dentro de dos días o dos meses ya no serán míos. Déjame disfrutarlos mientras tanto, a ver si con un poco de suerte nos absorbemos mutuamente y así me llevas tatuada en tu saliva de por vida.

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