domingo, 16 de octubre de 2011

más de 100 mentiras.

Vivir contigo es columpiarse en una parábola de sonrisas y lágrimas. Dos días bien y cuatro mal; y vuelta a empezar de nuevo. Ya somos mayorcitos para saber hacia qué norte gira nuestra brújula, y ya va siendo hora de que eches un vistazo a la tuya... o por lo menos la hagas decidir. No sirve de nada que me dibujes las mejillas con los dedos si luego me condenas al olvido toda la noche en un rincón.



Lo peor del amor, cuando termina,
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.

Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos.

Lo atroz de la pasión es cuando pasa,
cuando, al punto final de los finales,
no le siguen dos puntos suspensivos.



Joaquín Sabina.

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